Son ya algunas las organizaciones que consideran el beneficio que les aporta contratarme como consultora externa implicándome en su desarrollo del talento. Trabajar con y para las personas es un propósito en el que trabajo y vivo día a día. Pues en mi foco está analizar organizaciones siendo las personas el centro de todo el proceso. Defino talento como la habilidad que tenemos cada uno para desarrollar el mejor trabajo y aportar lo mejor de nosotros a los procesos y organizaciones.
Por eso, el trabajo desde el análisis previo y el acompañamiento con planes personalizados para extraer la mejor versión de cada uno, es un activo necesario a desarrollar por las empresas.
¿Por qué mirar al talento desde fuera aporta tantos beneficios?
Porque siendo la implicación la misma y con una calidad máxima, la mirada desde fuera resulta objetiva y el análisis sencillo. De esta manera quedan fuera posibles vicios y juicios, de modo que podemos ver mejor las potencialidades y talentos de cada persona.
Así es como trabajo y echando mano de los diversos recursos formativos y de desarrollo con los que trabajo, conseguimos que cada persona se comprometa con su evolución.
¿Por qué contar conmigo?
Es más eficiente para la empresa ya que tenemos la oportunidad de calibrar la necesidad de intervención real, además de mantener la distancia suficiente para observar con objetividad e intervenir sin sesgos.
Desarrollar el talento es un trabajo colaborativo entre las partes, la apuesta por parte de la organización, la implicación de cada persona en su propio desarrollo y en este caso, mi intervención en el análisis de la situación y propuesta de intervención.
En desarrollo de talento interno me aseguro de recoger la información suficiente y necesaria para poder hacer un buen análisis y extraer buenas conclusiones que nos ayuden a formar y desarrollar el talento de cada persona.