La confusión es ese estado que a lo largo de la vida aparece de vez en cuando. Un estado que nos inquieta pues desde él nos cuesta ver con claridad, saber qué decisión tomar y hacia donde ir. Nos sentimos perturbados cuando desenfocamos y nuestro cerebro pierde el rumbo.
Etimológicamente confusión se refiere a la acción de mezclar y unir elementos distintos. Del latín confusĭo, confusión es la acción y efecto de confundir (mezclar o fundir cosas diversas, perturbar los ánimos, equivocar). La noción de confusión, por lo tanto, puede estar vinculada a la perplejidad o la turbación del ánimo.
De ahí que ante épocas de confusión es probable que cometamos errores, nos sintamos perdidos y nos abrume la sensación poco corriente e incómoda. Sin embargo, el estado de confusión aparece en más de una ocasión en la vida, y gracias a él, el ser humano toma decisiones que significarán cambios en su vida.
Es en este momento cuando cobra más importancia si cabe trabajar desde nuestro estado de consciencia, dándonos la posibilidad de observar con templanza el hecho que nos confunde y analizar qué necesitamos hacer para volver a centrarnos.
En nuestra mano está darnos cuenta a tiempo y tomar acción.
¿Cómo?¿Qué hacer?
En este punto me parece importante que aprendamos acerca del funcionamiento de nuestro cerebro y las ondas cerebrales. Tal como nos describe Marta Romo en unos de sus artículos, el Síndrome del Liderazgo Bloqueado sucede cuando el cerebro literalmente se sobrecarga y no puede procesar la información de forma fluida, ni dar respuestas creativas. Los investigadores han verificado que ciertos estados psicológicos internos están asociados con una determinada actividad cerebral . El problema viene cuando una onda cerebral comienza a dominar la mayor parte del tiempo, que es exactamente lo que está provocando la vida moderna. Una mala combinación de ondas cerebrales nos lleva a errores, confusión, estrés, ansiedad, etc.,
La cuestión es que tenemos la capacidad para regularnos y es importante aprender a gestionar y provocar otras ondas que no son sólo las de la acción y fomentar la diversidad en nuestras acciones.
En próximos post hablaremos sobre cómo regularnos, aunque si tienes interés y quieres empezar ya, empieza por este artículo de Marta Romo y que te dejo a continuación: REFLEXIONES SOBRE NEUROLIDERAZGO: LA AGENDA ARCO-IRIS